Pero hoy hemos heredado una enorme cantidad de información; información magnífica: las ciencias físicas. Y aunque se desbordaron y pretendieron ser un fin en sí mismas y se divorciaron completamente de toda existencia espiritual, proporcionaron, no obstante, el modus operandi mediante el cual pudimos analizar estas enseñanzas y comprenderlas mejor. Y gracias a este análisis y comprensión, realmente logramos muchísimo.
Es algo estupendo que hoy, en este siglo XX, miles de años de creencias en el campo de la religión se hayan materializado en una realidad que el individuo medio puede llevar a efecto muy fácilmente. Finalmente, hemos llevado este material a la categoría de práctico. El material más antiguo que tenía el hombre -la esperanza, el espíritu- ha llegado a la culminación de ser enormemente práctico.
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